Page 21 - Manual Padres
P. 21

1 · Introducción

nunca lograremos que ellos se acepten y se quieran a sí mismos.
  Debemos potenciar su autoestima. Hay que impedir que puedan lle-

gar a considerarse un problema para la familia con el consiguiente
trauma que esto puede causarles. Tampoco debemos infravalorarlos.
Su experiencia vital, la lucha por superar su problema, será un estímu-
lo permanente en sus vidas que les permitirá potenciar muchas capa-
cidades que los harán destacar haciendo que nos sintamos enorme-
mente orgullosos.

  Por otra parte, el aceptar que nosotros sufrimos de “cardiopatitis”
implica la aceptación de nuestras propias limitaciones. Debemos evi-
tar caer en la idea de ser unos super-padres y eliminar así tres peli-
gros. El primero, el peligro de no permitirnos flaquear. Los sentimien-
tos de dolor, de duda, de temor, no nos hacen peores padres, ni más
débiles, ni más incapaces. Nos hacen más humanos, y si los asumimos
nos llevarán a ser mas tolerantes, mas comprensivos, mas pacientes.
Cualidades todas ellas que nuestros hijos, nuestra familia y nosotros
mismos, vamos a necesitar en grandes dosis. El segundo peligro es el
pensar que nada ni nadie puede cuidar de nuestros hijos como noso-
tros lo hacemos. El tercero, creer que si dejamos que otros nos reem-
placen en el cuidado de nuestros hijos estamos fallándoles, o incum-
pliendo nuestro deber de buenos padres. Conviene aceptar que a
veces las situaciones nos desbordan y pueden con nosotros. En esos
momentos debemos buscar ayuda en función de las necesidades par-
ticulares de cada familia. Ayuda de profesionales que nos indiquen
cómo enfrentarnos psicológicamente a la nueva situación, ayuda de
familiares o amigos evitando el aislamiento, ayuda económica para
afrontar las nuevas necesidades. Los miembros de la familia deben
hacer una autoevaluación conjunta para determinar cuales son en cada
caso las necesidades de cada miembro de la familia. Los padres debe-
mos cuidarnos, para poder después cuidar bien de nuestro hijo.
Hemos de aceptar que tan importantes como son nuestros hijos para
nosotros, lo somos nosotros para ellos, y que si nosotros no nos
encontramos bien, ellos tampoco lo estarán.

                                                                                                21
   16   17   18   19   20   21   22   23   24   25   26